Comentario
Segundo viaje de Mendaña
Entramos de lleno en el tema de la Historia de los descubrimientos de las regiones australes, en las que aparece Pedro Fernández de Quirós, como piloto mayor del segundo viaje de Álvaro de Mendaña.
Si antes eran todo dificultades sin cuento, ahora la celeridad con que se solventan los problemas será la nota predominante. Las trabas que ponen los oficiales reales pronto se acelerarán, tras las conminaciones terminantes del virrey a la obediencia. Hay razones políticas para la realización rápida de la expedición: la salida del Perú de toda la gente indeseable que por allí pululaba. En esto están de acuerdo tanto el rey como el marqués Cañete.
El virrey vendió a Mendaña por ocho milpesos corrientes de a nueve reales, precio simbólico, los galeones San Juan, San Francisco y San Gerónimo, con tal de que participaran en la jornada de las islas. A éstos, hay que añadir el que aportaba el adelantado34.
El aprovisionamiento de artillería, pipas, velas y demás aprestos provenían del navío capturado a Hawkins; y el resto, de la Hacienda Real. No en vano se puede decir que el segundo viaje de Mendaña fue posible gracias a la magnificencia de Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete.
Los quinientos hombres que le autorizaban las Capitulaciones para ir en la jornada colonizadora de las Salomón no se completaron, a pesar de levantar bandera el capitán Lorenzo Barreto, cuñado del adelantado, y enviar a los valles de Truxillo y Saña otro capitán, llamado Lope de Vega, a cuyo cargo estaba levantar gente y hacer bastimento.
Con el adelantado, irá su mujer, Isabel Barreto, y sus cuñados, Lorenzo, Diego y Luis, amén del capitán Lope de Vega, que se casó con una cuñada de Mendaña, Mariana de Castro, y al que le concedió el título de Almirante.
Pero el personaje que alcanzara más celebridad a partir de este viaje, eclipsando a todos, es sin ninguna duda el piloto mayor, Pedro Fernández de Quirós, hombre enigmático y, sobre todo, de un temple extraordinario.
Portugués nacido en Evora en 1565 más o menos, las pocas noticias que tenemos sobre su vida, anteriores a este viaje, las debemos a las informaciones hechas el 14 de marzo de 1615 en la Casa de Contratación de Sevilla, con motivo del último viaje de Quirós a las Indias Occidentales.
Según dicha información, Quirós contaba entonces unos cincuenta años, había nacido en Evora, pero se crió y educó en Lisboa. Muy joven embarcó, ejerciendo el cargo de escribano o escribiente ¿n naves de mercaderías, o sea, ejerciendo lo que hoy denominamos sobrecargo. Navegando fue paulatinamente adquiriendo conocimientos náuticos, hasta llegar a tripular navíos, con el máximo cargo de piloto mayor.
Entre 1588 y 1589 contrajo matrimonio con Ana Chacón, de veinticinco años, natural de Madrid, e hija del licenciado Juan Quevedo de Miranda, y de Ana Chacón de Miranda. Tuvieron Pedro y Ana una hija en 1590, que nació en Madrid, y al poco tiempo de nacer la primogénita, Fernández de Quirós marchó a Perú, aunque lo más probable, y al igual que tantos tripulantes, fuera acompañado de su familia. Este hecho del acompañamiento familiar se probaría sin más, sin calculamos la fecha que tiene su hija en Sevilla en el momento de la ya citada información, es decir, dieciocho años. La niña nacería en 1597, cuando Quirós regresa de las Filipinas hacia Acapulco. Pero para que quede una duda en la información, se dice que ambas hijas han nacido en Madrid, y para que se siga rnanteniendo el enigma, en la relación que publicamos de carácter autobiográfico, Quirós no hace la más mínima alusión a la presencia de su familia a bordo. Y sin embargo lo creemos así, porque ¿cómo explicar el nacimiento legítimo de la hija de Quirós en Madrid, estando su padre en los mares del Sur?35.
El 12 de abril de 1595, escribe el marqués de Cañete al rey que el adelantado ha emprendido por fin el viaje. La salida fue muy solemne y no faltaron los discursos de rigor. Los manuscritos de la Biblioteca Nacional y del Museo Naval de Madrid insertan una larga proclama, puesta en boca de Hurtado de Mendoza, en que tras alentar a Mendaña en la empresa que inició, hace una síntesis de los descubrimientos españoles a partir de los viajes colombinos36.